Caminando muy despacio

Por el metro siempre va


Su techo son las estrellas

Y por cama un viejo portal.



Junta monedas en un vaso roto

Atado a su viejo acordeón

Su mirada de tristeza

Delata que intima con la soledad.



¡Señor, dónde estás!



Largas canas en su barba

Y su poco pelo sin peinar

Sus zapatos son los dedos

Cansados y aburridos de andar.



Compañero del frío jamás recibió

Ayuda de ninguna institución

Aún recuerda sus tiempos de

Obispo rebelde y su expulsión.



¡En mi fé mando yo!



Cuentan que estando un día en el metro

Un tipo alto y delgado le habló

Llevaba pantalones vaqueros

Chupa de cuero, pelo largo y cálida voz

¡tu nombre ahora es Pedro y no Simón!



Sobre esta piedra montaré

Un nuevo orden de revolución

Tiraremos los muros de oro

Que la Iglesia en nombre de mi padre robó



¡Cuando yo me vaya tú serás mi voz!



Desde aquel día si viajas en metro

En busca de libertad

Huye del pobre de espíritu

Y sigue al rico de corazón



Pues quien golpea su pecho

Y ficha en misa de doce a dos

Pero huye del negro y del gay,

A esos no quiero yo.



¡A esos no quiero yo!



Cuentan que estando un día en el metro

Un tipo alto y delgado le habló

Llevaba pantalones vaqueros

Chupa de cuero, pelo largo y cálida voz

¡tu nombre ahora es Pedro y no Simón!



Sobre esta piedra montaré

Un nuevo orden de revolución

Tiraremos los muros de oro

Que la Iglesia en nombre de mi padre robó



¡Cuando yo me vaya tú serás mi voz!



Tu serás mi voz.

Tu serás mi voz.

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